Exposición Gut Feeling de Eva Fàbregas
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
La relación entre lo inerte y el cuerpo humano contemporáneo, eso es lo primero que te quieren mostrar al entrar en "Gut Feeling". Nada más pasar la puerta, lo primero que se me presentó fueron tres objetos colocados en el suelo, al principio no entendía muy bien lo que era, y los carteles de la pared tampoco es que dieran muchas pistas... Shaper, Nancey y Kimberley & Chloe, todos creados en el 2019 y nada más.
(Foto hecha por mí)
Me acerqué a la figura más próxima, Shaper, y me dí cuenta de que se trataba de una pinza para la nariz colosal, algo que me desconcertaba aún más. Supuse que quería presentar el vínculo que comparte la pinza con nuestra nariz, como algo inerte puede ser útil para nuestro cuerpo. Su forma que encaja a la perfección a la nariz, y como está preparada para su función.
(Foto hecha por mí)
Se adapta a una superficie que no pierde fácilmente su forma. Y la pregunta es: ¿cuál de los dos ejerce la presión? Eso es lo que nos hace cuestionar la artista, sobre la importancia tienen ambos elementos en un trabajo.
Otra obra que llamó mi atención fue Kimberley & Chloe tal vez porque era una composición de dos piezas en lugar de ser una sola. Inmediatamente me recordó a una pareja de gusanos o babosas abrazándose, tan unidas que llegan a ser una sola cosa. Y así era: "somos una pareja, pero eso no quiere decir que seamos dos objetos".
(Foto hecha por mí)
Como pensé, esta obra se trataba en una sola, pero conformada de dos figuras que encajan entre ellas como si el destino así lo quisiera. ¿Un significado erótico, tal vez? Igualmente, fue una obra que nada más verla capté su mensaje incluso antes de leer la guía, algo que debe ser reconocido.
Y por último, la tercera obra que más me pareció interesante o curioso, fue la obra de la sala siguiente.
Cuando empezaba a salir de la sala de las tres piezas, comenzó a sonar una música extraña, como si fuera a base de golpes e instrumentos estrambóticos.
(Foto hecha por mí)
Y lo primero que vi fueron una especie de intestinos de colores rosas y naranjas, de tamaño colosal y colgadas al parecer del techo. No entendía que tenía que ver esto con la música, hasta que me acerqué a observar con detalle las extrañas piezas. Me fijé de que se trataban de numerosas pelotas con relieves, todas recogidas en unas mayas para que permanecieran unidas.
(Foto hecha por mí)
Después vi unas extrañas ventosas pegadas a algunas bolas, y todas conectadas con un cable que conducía al techo.
Tras unos breves segundos preguntándome sobre el significado de esas cosas adheridas a la obra, la música que antes me parecía innecesaria y molesta le otorgó la magia que le faltaba.
Los altavoces que estaban conectados a la obra emitían las ondas de los bajos de esa música peculiar, y eso hacía que toda la pieza vibrara como si fuera un intestino funcionando dentro del cuerpo humano.
Era tan extraño que me llegó a cautivar, quedándome unos minutos más para ver como la música actuaba sobre la obra en algunos puntos en particular.
En general fue una exposición que a primera vista no te puede transmitir nada, pero si te quedas unos minutos más puede sorprenderte con los secretos que esconde cada una de las obras de Eva Fàbregas.